Tito Fuentes, voz de Molotov, compartió una imagen reveladora tras más de una docena de cirugías faciales, muchas de ellas fallidas. Explicó que intervenciones inadecuadas le afectaron la nariz, la respiración, el habla y el rostro en general.
Fuentes admitió que de las doce operaciones que enfrentó, las primeras diez quedaron arruinadas. Eso le dejó cicatrices profundas, problemas para respirar y pronunciar palabras, e incluso complicaciones en injertos colocados en su nariz.
Una de sus fotografías muestra una sutura que va desde la comisura del labio, pasando por la nariz, hasta debajo del ojo. Esa imagen no es reciente, sino del momento en que salió de su primera intervención.
Admitió que su comportamiento en torno a alcohol, adicciones silenciosas y descuidos físicos le llevó al punto de necesitar reconstrucción facial.
Dijo que decidió hacerse terapias hacia los 38 años para tratar problemas emocionales que nunca externó y que impactaron su salud mental y física.
Tras una operación, fue inducido a coma durante casi tres días, describiendo que “estuvo muerto en vida”.
Tito Fuentes no solo expone sus heridas externas, también desnuda las internas. Su verdad ofrece una lección: cuidarse no es vanidad, es supervivencia. Comenta, comparte o síguenos para acompañar su recuperación y conocer más sobre salud mental en la fama.
