Polémica por liberación de influencer Marianne “N”; víctima rompe el silencio en redes
El caso de Marianne “N” y Valentina Gilabert ha sido objeto de viralidad en redes. Después de que se dieran a conocer los hechos, se volvió tendencia al instante y causó polémica. Hoy casi 6 meses después de la detención de Marianne, la han dejado en libertad y la noticia volvió a viralizarse de inmediato. Marianne en un principio fue acusada por intento de asesinato, pero sentenciada por lesiones calificadas que ponen en peligro la vida.
Los hechos iniciales ocurrieron en febrero del 2025, cuando Marianne apuñaló al menos en 15 ocasiones a Valentina Gilabert. Las heridas de la víctima fueron de gravedad lo que provocó que fuera inducida a coma y necesitase de terapia intensiva, pero afortunadamente logró sobrevivir tras una larga recuperación. Los motivos que llevaron a Marianne a cometer estos actos fueron un conflicto sentimental, ya que Valentina salía con su ex y presuntamente padre de su hijo. Esto desató en ella unos celos extremos lo que la llevó a cometer estas acciones.
Marianne fue acusada como menor de edad, ya que en el momento del delito ella tenía 17 años, esto conllevo a que su sentencia fuera menor. Su edad también explica por qué fue recluida en el Centro Especializado para Mujeres Adolescentes y por qué, tras cinco meses, se le permitió continuar el proceso en libertad. Se le acusó como provocación de lesiones dolosas y no como tentativa de homicidio lo que también bajó la gravedad de su condena.
Si bien, el público en general se ha indignado por cómo se han llevado las cosas y que la agresora puso en riesgo la vida de otra mujer, la víctima piensa todo lo contrario. Valentina explicó en un video publicado por ella que ha perdonado a Marianne, han llegado a un acuerdo y es por ello la liberación y la reducción de condena hacia la agresora. Valentina comentó que para ella todos merecen una segunda oportunidad y no es nadie para privar a alguien de su libertad.
La justicia en México siempre ha dado de qué hablar, ha generado polémica y muchos descontentos por sus decisiones finales. Se ha mantenido un debate acerca de las sentencias a menores que cometen actos de personas “mayores” pero son tratados como “niños”. Muchos han mostrado su indignación en este caso y otros muchos, pero Valentina nos enseña algo muy importante; que el perdón, aunque difícil, puede ser una herramienta de sanación. Su decisión no borra el dolor ni minimiza la gravedad del ataque, pero sí abre una conversación necesaria sobre justicia, reparación y humanidad.
