México necesita 400 mil camiones eléctricos

Los camiones viejitos de México ya piden esquina. Llevan 20 años dándole batalla al pavimento, echando humo como si fuera vape… pero del chafa. Ahora sí, se viene una revolución sobre ruedas: ¡el Taruk, el primer autobús eléctrico “hecho en México” y sin complejos!
Sí, leíste bien. En este país, el transporte público anda tan ruco que muchos camiones podrían ser tus tíos. Y lo más loco es que necesitamos cambiar casi 400 mil unidades en los próximos 20 años si no queremos seguir oliendo a gasolina desde las 7 de la mañana.
La empresa MegaFlux fue quien lanzó el grito de emergencia. Su director, Roberto Gottfried, dice que si India puede meter 20 mil autobuses eléctricos al año, ¿por qué México no? ¿Qué nos falta? ¿Valentía? ¿Ganas? ¿Presupuesto? (Sí, probablemente eso también).
“Un eléctrico es caro al principio, pero en 10 años te sale más barato que andar pagando gasolina o gas natural. Así que no es lujo, ¡es inversión!”, afirmó Gottfried mientras probablemente hacía cuentas mentales como si fuera Excel humano.

El Taruk: el rockstar del asfalto
Así le pusieron: Taruk. Suena a personaje de Avatar o a luchador de AAA, pero no. Es un camión con toda la actitud para ponerle freno al humo negro. Capacidad para 60 pasajeros, diseño mexicano, y sello de “Hecho en México” avalado por el mismísimo Marcelo Ebrard. ¡Chéquense ese pedigree!
Detrás de este autobús está la fusión entre MegaFlux y Dina (sí, la misma Dina que lleva décadas haciendo camiones y no se raja). MegaFlux mete todo lo que chispea: motor eléctrico, baterías, arneses y demás piezas high-tech. Dina se encarga del esqueleto: chasis, carrocería y el ensamble final en Ciudad Sahagún, Hidalgo.
El futuro tiene respaldo universitario
¿Crees que esto suena a proyecto de ciencia ficción? Pues no, porque trae el aval de cerebros mexicanos de verdad.
- La UNAM validó que todo funcionara como relojito.
- La UAM Iztapalapa metió mano en el laboratorio para que las baterías no fueran puro humo.
Las baterías se diseñaron y ensamblaron aquí mero, aunque eso sí, las celdas de litio aún vienen del extranjero, porque ya quisiéramos tener minas con WiFi.
¿Y cuánto cuesta subirse al futuro?
Aguanta… entre 5 y 6 millones de pesos por unidad. ¿Mucho? Depende de cómo lo veas. Porque si consideras que se amortiza con lo que ya no gastarás en diésel, la neta es que te sale mejor que seguir parchando camiones de la era del PRI.
Además, hay tres versiones de batería:
- 180 km
- 250 km
- 385 km
Para que no te digan que un eléctrico no aguanta las rutas más pesadas. Hasta la RTP lo probó y se aventaron 286 km en un día con 3 turnos. No cualquiera, ¿eh?
Entonces… ¿nos subimos o qué?
MegaFlux ya puso la propuesta sobre la mesa (o sobre el pavimento, más bien). Ahora falta que el gobierno se ponga eléctrico también y meta primera. Si India puede, México también. Y no, no estamos hablando de ponerle luces LED a los camiones… hablamos de energía limpia, diseño nacional y tecnología de primer nivel.
Ya es hora de que los rugidos de motor pasen a ser zumbidos eléctricos. ¿Te imaginas llegar al trabajo sin olor a combustión en la chamarra? Pues ese futuro se llama Taruk. Y ya arrancó.



