Río Bravo: el agua no nos dividirá, dice Sheinbaum

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el tema del agua entre México y Estados Unidos no representa un conflicto, a pesar de los recientes comentarios del presidente Donald Trump en redes sociales.
Desde su conferencia matutina, Sheinbaum dijo que no considera necesario revisar el tratado bilateral que regula el uso del agua, y confía en que ambas naciones alcanzarán un acuerdo razonable en los próximos días.
“En estos días se va a llegar a un acuerdo razonable, no veo que vaya a ser un tema de conflicto”, comentó.
Las declaraciones surgen luego de que Trump afirmara que, de no cumplirse con el envío de agua por parte de México, podrían imponerse sanciones o tarifas. A través de sus redes, escribió: “Me aseguraré de que México no viole nuestros tratados… Seguiremos escalando las consecuencias incluyendo tarifas o sanciones”.

Sheinbaum aclaró que desde antes de esas publicaciones, ya se habían iniciado mesas de trabajo entre autoridades de ambos países, encabezadas por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), para revisar la situación.
Según explicó, el cumplimiento del tratado depende también de la disponibilidad de agua en el río Bravo, el cual ha sido afectado por una sequía prolongada de cuatro años. Ante este escenario, México ya presentó una propuesta técnica sobre cuánto agua puede entregar de forma inmediata, y cuánto más podría enviar si las lluvias favorecen.
Además, la mandataria señaló que hay compromisos del lado estadounidense que también están pendientes, como la ampliación de la planta de tratamiento de aguas en California. Recordó que durante el gobierno anterior se firmó un acuerdo para atender la contaminación en la zona Tijuana-Pacífico, y mientras del lado mexicano la planta ya está casi lista, la obra del lado estadounidense aún no se ha concretado.
Sobre el compromiso de México, Sheinbaum destacó que este año se entregará una cantidad importante de agua sin afectar a las comunidades locales, y que ya se está trabajando en la tecnificación de distritos de riego cercanos al río Bravo para hacer un uso más eficiente del recurso.



