Una masa de aire caliente recorre Francia y ha encendido las alarmas en todo el país.
Météo France ha declarado alerta naranja en 16 departamentos, sobre todo en el oeste y en la región del Ródano-Alpes, donde el termómetro podría escalar hasta los 38 °C. Mientras tanto, otras 32 regiones permanecen en alerta amarilla, a la espera de que la situación empeore en las próximas horas.
Pero el calor no solo incomoda: también compromete infraestructuras clave. La empresa EDF, responsable de la generación eléctrica en Francia, anunció que podría verse obligada a reducir la producción en sus centrales nucleares ubicadas a orillas del Ródano. Estas plantas utilizan agua del río para su enfriamiento, y con las temperaturas tan elevadas, el impacto ambiental de devolver agua caliente al cauce obliga a limitar su operación. Las restricciones podrían comenzar el miércoles 25 de junio.
El panorama se complica aún más con la previsión de tormentas para finales de esta semana e inicios de la próxima. Aunque traerán alivio térmico, serán en su mayoría tormentas secas con fuerte actividad eléctrica, lo que eleva el riesgo de incendios forestales en varias zonas del país.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
Frente a este escenario, las autoridades han activado diversas medidas para enfrentar la emergencia climática. En muchas ciudades, los parques y espacios públicos permanecerán abiertos por más tiempo para ofrecer resguardo a la población. Se han ajustado los horarios laborales de quienes trabajan al aire libre, como los jornaleros en los viñedos, y numerosas escuelas decidieron cancelar las excursiones previstas. Además, tanto gobiernos locales como empresas han puesto en marcha protocolos de protección, enfocados principalmente en los sectores más vulnerables de la población.
