En un mundo donde todo sube menos el sueldo, al fin una noticia que no da coraje:
Estados Unidos confirmó que las autopartes hechas en México ya no pagarán ni un peso de aranceles para cruzar la frontera. Y no, no es choro político: lo avaló la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU), la migra fifí que sí manda, a través de una resolución publicada en su sitio oficial.
Durante su mañanera, Claudia Sheinbaum sacó pecho y lo dijo clarito:
“Esta es una excelente noticia que pasó medio desapercibida, pero es enorme para nuestra industria y economía.”
Y sí, tiene razón. Este anuncio pone a México en primera fila del T-MEC, el tratado comercial con EU y Canadá, dándole trato VIP a las autopartes mexicanas, mientras productos como el acero y el aluminio siguen con restricciones (porque no todo se puede en esta vida).
¿Qué significa esto en español normal?
Que las fábricas mexicanas que hacen frenos, motores, transmisiones y demás chunches de coche van a seguir vendiendo a EU sin que les cobren extra, lo cual se traduce en:
- Más competitividad
- Menos costos para exportar
- Posibles nuevas inversiones (guiño, guiño)
Y justo hablando de inversiones…
Unilever se lanza con todo: invertirá 30 mil millones de pesos en México
Así como lo lees. Mientras algunos andan viendo para dónde correr, Unilever (sí, la de Dove, Knorr, Rexona y compañía) ya decidió: va con todo y cartera abierta en México.
Mildred Villegas, directora general de Unilever México, anunció que:
- 8 mil millones irán directo a su planta en Nuevo León
- El resto se repartirá entre el Estado de México (Lerma y Tultitlán) y Morelos (Civac)
“Llevamos más de 60 años en México y vamos por otros tantos”, dijo Villegas, básicamente firmando un “aquí me quedo”.
Y obvio, Marcelo Ebrard, actual secretario de Economía, no tardó en echar porras:
“Esto es una muestra de confianza en México, y se alinea perfecto con nuestro Plan México.”
