La selección mexicana de Flag Femenil, se coronó en el torneo de The World Games. Con un torneo perfecto, ganando la totalidad de sus partidos, lograron imponerse a la escuadra estadounidense en una final emocionante.
Las de México, tendrían un torneo en el que pasaron caminando, sin problemas y destrozando a los equipos contrarios, hasta que llegó el seleccionado de los Estados Unidos, selección que se le puso al tú por tú a las mexicanas, selección que les exigió al máximo, selección que hizo sufrir a todo México.
El cuadro tricolor arrancó con dudas: pases errados, desconcentración y nerviosismo marcaron los primeros minutos. El marcador lo abriría la escuadra de los Estados Unidos y por primera vez en el torneo, las mexicanas se veían en problemas.
La respuesta de las mexicanas fue casi instantánea, con una serie ofensiva constante, un gran pase y la conversión de los puntos extra lograron darle la vuelta al marcador. Las estadounidense intentaron responder de manera rápida, pero su desesperación hizo que cometiera un error, resultando en un pase interceptado. Se producía así una nueva oportunidad para las de México de aumentar el marcador e irse con una ventaja mayor al medio tiempo. Oportunidad que aprovecharon, para poner así una diferencia de 7 puntos.
Pero, cuando se pensaba que todo cambiaría de manera tranquila para México, vino un error por parte de la QB, un mal pase que se convirtió en un Pick Six. Así las del país del norte igualaron el marcador y pusieron el juego más cardíaco que nunca.
Con 5 minutos en el reloj y todo en manos de las mexicanas, lograron tener una gran serie ofensiva, que las llevaron a la anotación. Un touchdown que las ponían a solo 2 minutos de verse campeonas, 2 minutos que tenían que defender con alma y vida. Pero lo más cardiaco apenas empezaba, la defensa de México se dobló y les anotaron en la última oportunidad que tenían las de Estados Unidos. Anotación que nos puso al filo de nuestros asientos, anotación que se sentía como una derrota.
Pero las mexicanas nunca agacharon la cabeza, aún quedaba tiempo y la esperanza es lo último que muere. Una serie ofensiva plagada de errores y castigos defensivos le daban oxígeno a las nacionales. Con garra, ganas y amor, en la última oportunidad que tenían, Diana Flores la mejor jugadora del mundo, puso un pase perfecto a la zona de anotación, un pase que significaba la victoria, el oro, la gloria y el lugar eterno en la memoria deportiva de México.
México se convierte así en campeón de The World Games. Un juego cardiaco, emocionante y único. Un juego que se tornó más complejo de lo previsto, las de México nos habían demostrado una forma de juego espectacular durante todo el torneo, que tal vez por los nervios, por algo de soberbia o por el peso de la final, casi las llevan a perder un campeonato.
Con esta victoria, las nacionales rectifican su lugar como las mejores del mundo, demuestran de lo que están hechas y nos dan esperanzas de una medalla de Oro en los siguientes Olímpicos. Orgullo nacional, símbolo de fuerza, icono de excelencia, México marcó con letras doradas su lugar en la historia.
