En la colonia Condesa, alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México, un video se viralizó en redes sociales, exhibiendo un grave episodio de racismo y violencia verbal contra un agente de tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. La conductora de un automóvil Mercedes, identificada como Ximena P., se negó a que el policía le colocara un inmovilizador por estacionarse sin pagar parquímetro y, tras un forcejeo, profirió insultos racistas como “pinche negro” y “odio a los negros como tú”. La agresión, que también involucró la actitud amenazante de sus hijos, ha generado indignación pública.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una carpeta de investigación por agresión discriminatoria, mientras que la SSC confirmó la infracción al reglamento de tránsito y rechazó cualquier justificación para los insultos racistas. Además, el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED) condenó el acto y anunció medidas de reparación y sensibilización para evitar que situaciones similares se repitan.
Este incidente cobra especial relevancia en un contexto donde la discriminación racial persiste en la capital del país. Según datos recientes del INEGI, casi el 30 por ciento de la población afrodescendiente en Ciudad de México ha sufrido algún tipo de discriminación, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años. Casos previos, como la segregación de clientes no caucásicos en establecimientos comerciales, evidencian que el racismo continúa siendo un problema cotidiano que afecta a diversos sectores sociales.
El video del altercado ha sido ampliamente difundido en plataformas como X y Facebook, generando un debate sobre la normalización de la violencia y los prejuicios raciales en espacios públicos. La respuesta institucional, que incluye investigaciones formales y pronunciamientos públicos, representa un avance necesario, pero expertos y activistas coinciden en que aún queda un largo camino para erradicar este tipo de conductas y construir una convivencia más justa e inclusiva.
