Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable ante una corte federal en Estados Unidos. Ahora colaborará como testigo protegido en las investigaciones del gobierno estadounidense contra el Cártel de Sinaloa y otras redes del narcotráfico.
Durante la audiencia, Ovidio aceptó cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero y posesión de armas. A cambio de beneficios legales, se comprometió a proporcionar información clave sobre la estructura operativa del cártel y sus vínculos internacionales.
El Departamento de Justicia considera su testimonio como pieza central en procesos contra otros altos mandos del narcotráfico. Su colaboración también podría tener repercusiones en México, donde aún enfrenta cargos pendientes.
La cooperación de Ovidio representa un golpe para el Cártel de Sinaloa, al revelar rutas, contactos y operaciones logísticas desde adentro. El caso sigue en desarrollo y se espera que sus declaraciones provoquen una nueva ola de arrestos y extradiciones.
Conocido como “El ratón”, Ovidio habría sido autor intelectual del llamado “culiacanazo”, en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
