Todo lo que venga en trío, en teoría es más divertido, satisfactorio y efectivo, según una de las premisas básicas de la comunicación, ¿será?
Ya sabemos que los seres humanas tenemos un corto alcance en la memoria, a menos que trabajemos para que los datos e información a procesar, se asimilen y registren de una forma estratégica que nos lleve a la eficacia y eficiencia.
Antes se creía que podríamos en un lapso de 10 segundos, retener hasta 7 elementos, pero hoy se sabe que esa Ley de Miller no es tan aplicable en nosotros, de hecho es casi que un no rotundo ahora. Lo que también sabemos que es que el ser humano aprende por categorías y agrupación, todo debemos asociarlo y juntarlo con otros elementos para después clasificarlo y organizarlo y hoy ya sabemos que mientras menos elementos, podemos trabajar mejor. La regla de 3 es exitosa por eso.
Es el número ideal de argumentos para hacer una venta. Pero en las ideas que se quieren compartir con una audiencia, la repetición en tres siempre funciona, el lema de la revolución francesa era “libertad, igualdad y fraterniad”, pero también está explícita en reglas de vida muy dicharacheras como “bueno, bonito y barato”.
Entonces el tip es, cuando quieras que algo sea recordado por ti, agrupa el mensaje en tres conceptos importantes, haz tres repeticiones en voz alta y en resumen que todo venga en tres…
Sol, arena y mar, es otro ejemplo; piedra, papel o tijera, es otro; sexo, pudor y lágrimas…
Bye, arrivederchi, adiós.
