La actividad industrial mexicana tuvo un respiro en febrero y rompió la racha negativa que venía arrastrando. De acuerdo con el Inegi, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) subió 2.5% en comparación con enero, marcando su mejor desempeño desde agosto de 2020.
El impulso vino, principalmente, de dos sectores pesados: las industrias manufactureras, que crecieron 2.9%, y la construcción, con un alza de 2.8%. También la minería se sumó a la fiesta con un modesto 0.8%. La única que se quedó fuera del rebote fue la generación y distribución de energía, agua y gas, que cayó 0.4%.
A tasa anual —es decir, comparando con febrero de 2024— el IMAI creció 0.4%, y eso es noticia: es la primera alza interanual después de cinco meses de números negativos.
Pero no todo son aplausos. Un análisis de Banco BASE advierte que el panorama sigue incierto por los aranceles de Estados Unidos a sectores clave como el automotriz, el acero y el aluminio. Estas medidas podrían frenar el ritmo de exportaciones mexicanas justo cuando parecía que la industria tomaba impulso.
Así que sí, febrero dejó números alegres, pero la estabilidad dependerá de qué tan intensas se pongan las tensiones comerciales con el vecino del norte. Por ahora, toca celebrar con cautela… y seguir monitoreando el terreno.
