Hoy, 16 de septiembre, el mundo del deporte mexicano llora la pérdida de uno de sus voces más emblemáticas: André Marín. Con solo 52 años, este gigante del micrófono dejó huella imborrable en la historia del periodismo deportivo nacional.
André Marín Puig fue más que un periodista deportivo. Fue un narrador de sueños, un cronista de emociones y un maestro del análisis. Su voz se convirtió en sinónimo de fútbol mexicano, llevando la pasión del balompié a millones de hogares a través de programas como La Última Palabra.
Su trayectoria profesional lo llevó por los estudios de FOX Sports México, TV Azteca y TUDN, su última casa. En cada paso, dejó un legado de excelencia periodística y carisma en el aire.
Pero detrás del micrófono, André Marín enfrentaba una batalla silenciosa. Desde 2020, su salud se convirtió en un desafío constante. Una bacteria llamada Clostridium Difficile puso su vida en peligro, causando daños irreparables en sus pulmones.
Su valentía frente al dolor y la enfermedad inspiró a muchos. En 2022, superó una terrible experiencia con tres tipos de neumonías que lo mantuvieron 45 días internado. Su espíritu indomable lo llevó a compartir públicamente su lucha, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia para todos los que lo admiraban.
La noticia de su fallecimiento cayó como un rayo en el mundo del deporte mexicano. Compañeros, clubes y fanáticos se unieron para rendir homenaje a este hombre que les dio tanto más allá de las noticias y los análisis.
David Faitelson, su compañero de profesión y amigo, confirmó la triste noticia, recordándolo como un profesional incansable y un ser humano excepcional.
André Marín dejó más que recuerdos. Dejó una generación de periodistas inspirados por su estilo y su pasión. Dejó a millones de fanáticos con historias que nunca olvidarán. Y dejó un vacío imposible de llenar en los estudios de televisión donde brilló con luz propia.
