El París Saint-Germain por fin lo hizo, después de años de gastar millones y quedarse en la orilla, el club francés logró su primera Champions League en la historia, y lo hizo con autoridad. Aplastó 5-0 al Inter de Milán en una final en la que no dejó ni las migas para el equipo italiano.
Desde el pitazo inicial en el Allianz Arena, el PSG dejó claro que no venía a ver si podía, sino porque podía, venía. La presión alta, el juego vertical y el control del balón fueron las armas con las que el equipo de Luis Enrique desarmó al Inter, que simplemente no pudo hacer pie en ningún momento del partido.
Los parisinos dispararon 17 veces, 9 de ellas al arco, frente a apenas 4 intentos totales del Inter. Pero los goles fueron cortesías de Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia, Senny Mayulu y Désiré Doué quien iluminó al equipo con un doblete. Con estas anotaciones este partido pasa a la historia, siendo la primera final de Champions en la que hay 5 goles de diferencia entre los equipos.
Luis Enrique, el arquitecto de este equipo que mezcla estrellas con obreros del balón, entró en la lista de entrenadores que han gando la Champions con dos clubes diferentes, en su caso con el Barcelona en 2015 y con el PSG el día de hoy.
El Inter, por su parte, quedó congelado. Lautaro Martínez estuvo desaparecido, y Thuram apenas tocó el balón. El campeón de Italia no supo cómo responder al ritmo frenético de los franceses y pagó el precio.
Y así, el PSG logró lo que ni con Zlatan, ni con Cavani, ni con Neymar, ni siquiera con Messi había conseguido: levantar la famosa “orejona”. Ahora sí, el PSG puede gritarlo fuerte: ¡Campeón de Europa!
Y no solo eso, lo hizo con categoría, con espectáculo y con un estilo que por fin le da identidad a un club que durante años pareció solo una billetera gigante sin alma.
