Una explosión ocurrida la noche del miércoles en las instalaciones de SpaceX en Texas ha representado un nuevo revés para los ambiciosos planes de Elon Musk de llevar seres humanos a Marte. Durante una prueba de rutina, un prototipo del cohete Starship explotó, generando una enorme bola de fuego que iluminó el cielo sobre la base de lanzamiento conocida como Starbase.
El incidente se registró alrededor de las 23:00 horas locales (04:00 GMT del jueves), según confirmó la propia compañía aeroespacial y autoridades locales. La explosión tuvo lugar mientras se realizaban preparativos para una prueba de fuego estático, una etapa habitual en el desarrollo de este tipo de vehículos espaciales.
“Un repentino y enérgico evento provocó la pérdida total de Starship y daños en el área circundante”, informó SpaceX en una actualización de su comunicado inicial. A pesar de la magnitud del estallido, no se reportaron heridos, aunque los daños materiales y el impacto en el cronograma del proyecto aún están siendo evaluados.
Imagen creada con Inteligencia Artificial
Este incidente se suma a la lista de obstáculos técnicos que la empresa ha enfrentado en el desarrollo del que Musk considera el vehículo clave para futuras misiones interplanetarias. Starship, diseñado para ser completamente reutilizable y capaz de transportar grandes cantidades de carga —y eventualmente personas— hacia la Luna, Marte y más allá, continúa en fase de prueba intensiva.
