¿Quién dijo que estábamos en crisis? Aunque muchos ya andaban sacando los pañuelos (o los memes), México le dio la vuelta a la recesión y logró cerrar el primer trimestre del 2025 con números verdes… chiquitos, pero verdes al fin.
Este 30 de abril, el INEGI —nuestro oráculo de los datos duros— anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2% de enero a marzo, dejando atrás el -0.6% del cierre de 2024. Sí, la cosa está lejos de ser fiesta nacional, pero al menos no estamos cayendo en picada.
El campo sacó la casta (y el tractor)
Lo que realmente salvó el trimestre fue el sector primario, o sea, el campo, el agro, la tierra chula que da frijoles, maíz y aguacatito. Este sector se aventó un crecimiento de +8.1% en solo tres meses. ¿Quién dijo que el campo ya no jalaba? ¡Puro power rural!
Mientras tanto:
- El sector secundario (industria, manufactura y construcción) se echó una mini siesta con una caída de -0.3%.
- Las actividades terciarias (servicios, comercio, etc.) se quedaron… pues como tu crush: sin moverse.
¿Y si lo vemos por año?
Comparando con el mismo trimestre de 2024, las cosas se ven así:
- Sector primario: +6.0%
- Sector terciario: +1.3%
- Sector secundario: -1.4% (sigue de bajón)
Nada mal, considerando que veníamos de un cierre complicado el año pasado. Este mini repunte demuestra que la economía mexicana tiene más vidas que el Wi-Fi del vecino.
¿Qué significa esto para ti?
No es momento de lanzar billetes al aire, pero sí de respirar (tantito). Evitar la recesión significa que el país no está entrando en un ciclo de crisis grave. Es como cuando pasas el examen con 6.1: no fue brillante, pero tampoco reprobaste.
El reto ahora será reactivar la industria y no dejar que los servicios se queden en modo avión. Pero por lo pronto, ya tenemos una razón para no entrar en pánico económico… todavía.
