Peregrinos en la Basílica de Guadalupe 2025: afluencia supera los 9 millones y CDMX consolida su liderazgo en turismo religioso

Las celebraciones por el 12 de diciembre registraron una de las mayores movilizaciones religiosas del año.

Según información confirmada por autoridades de la Ciudad de México, alrededor de 9 millones de peregrinos en la Basílica de Guadalupe 2025 llegaron al recinto mariano hasta la noche del 11 de diciembre.

Esta cifra corresponde al corte oficial previo al día central de la festividad, cuando tradicionalmente se concentra el mayor número de visitantes.

Las autoridades de la capital proyectaron que el total podría ascender hasta 13 millones de personas durante todo el operativo “Bienvenido Peregrino”, tomando en cuenta el flujo registrado en ediciones anteriores y las tendencias de movilidad observadas durante los días previos al aniversario de las apariciones marianas.

Los reportes oficiales detallan que la llegada masiva de fieles se realizó principalmente a pie, en bicicleta y en caravana, como parte de una tradición que reúne a personas provenientes de distintos estados del país y del extranjero.

Para garantizar la seguridad de los visitantes, se implementaron operativos de movilidad, atención médica, vigilancia aérea y despliegue de servicios urbanos a lo largo del perímetro del santuario.

Además de las cifras específicas del operativo 2025, datos históricos señalan que la Basílica de Guadalupe recibe alrededor de 20 millones de visitantes al año, lo que confirma su papel como uno de los recintos religiosos más concurridos del mundo.

De ese total, cerca de 9 millones suelen concentrarse exclusivamente durante la semana del 12 de diciembre, fecha en la que se desarrollan las tradicionales mañanitas, misas especiales y actividades litúrgicas que atraen a devotos de México y otros países.

CDMX, un referente mundial del turismo religioso

Ciudad de México se posiciona nuevamente como un destino central para el turismo religioso, impulsado principalmente por la importancia cultural y espiritual de la Virgen de Guadalupe.

La Basílica es considerada internacionalmente como uno de los santuarios marianos más visitados del planeta, superando en afluencia anual incluso a sitios emblemáticos como el Vaticano o Jerusalén, de acuerdo con informes culturales y turísticos difundidos por instituciones especializadas.

México mantiene una presencia destacada en el mapa global del turismo religioso. Diversos países con fuerte tradición espiritual, como Portugal, España, India, Marruecos y Arabia Saudita, integran registros mundiales sobre peregrinaciones; sin embargo, la Basílica de Guadalupe destaca por su número anual de visitantes y por el impacto cultural que genera la devoción guadalupana dentro y fuera del país.

Organismos dedicados al análisis de la movilidad turística han documentado que México recibe millones de viajeros cada año motivados por la práctica religiosa, siendo el santuario guadalupano el punto principal de concentración.

La festividad del 12 de diciembre no sólo representa una expresión de fe, sino también una movilización con efectos económicos, culturales y logísticos de alto impacto.

En el ámbito internacional, la presencia de celebraciones guadalupanas en comunidades mexicanas en Estados Unidos también refleja la extensión global de la devoción, como ocurre en centros religiosos de Chicago, California y Texas, donde miles de peregrinos participan en actividades paralelas a la festividad de la Ciudad de México.

Operativo y contexto del flujo de visitantes

El operativo implementado en la alcaldía Gustavo A. Madero contempló filtros de movilidad, rutas especiales para caminantes, puntos de hidratación, servicios médicos y módulos de atención ciudadana.

Estas medidas se diseñaron para acompañar el flujo continuo de peregrinos en la Basílica de Guadalupe 2025, tomando en cuenta que la mayor parte arriba durante la madrugada del 11 y el 12 de diciembre.

La concentración multitudinaria se mantuvo ordenada gracias al trabajo coordinado entre autoridades locales, cuerpos de emergencia, voluntarios y personal religioso.

Las actividades litúrgicas se desarrollaron de manera ininterrumpida, permitiendo atender a los millones de fieles que acudieron para cumplir mandas, agradecer o participar en los ritos propios de esta conmemoración.