Trump felicita al primer Papa estadounidense

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un mensaje público para felicitar al nuevo Papa, Robert Francis Prevost, quien fue elegido el 8 de mayo como el pontífice número 267 de la Iglesia católica y tomó el nombre de León XIV. Se trata del primer Papa nacido en Estados Unidos y el segundo del continente americano, después de Francisco.
“Felicitaciones al Cardenal Robert Francis Prevost, que acaba de ser nombrado Papa. Es un gran honor saber que es el primer Papa estadounidense. Qué emoción, y qué gran honor para nuestro país. Estoy deseando conocer al Papa León XIV. ¡Será un momento muy significativo!”, escribió Trump en su red social Truth Social.
León XIV: Papa con nacionalidad estadounidense y raíces peruanas
Aunque nació en Chicago, Robert Prevost tiene también nacionalidad peruana, país donde vivió durante décadas como misionero agustino. En su primer discurso como pontífice, saludó en español a la diócesis de Chiclayo, donde fue obispo.
Este doble vínculo cultural ha llamado la atención de medios y líderes políticos en todo el continente, que ven en León XIV una figura con alcance simbólico tanto en Norteamérica como en América Latina.

León XIV ha juzgado posturas antiinmigrantes de aliados de Trump
Robert Prevost ha expresado públicamente su rechazo a discursos antiinmigrantes vinculados al entorno político de Trump, particularmente los del senador JD Vance.
Prevost compartió en su cuenta de Twitter dos publicaciones del National Catholic Reporter criticando los comentarios de Vance, destacando una cita clave:
“Jesús nunca habla del amor como algo que se pueda racionar. Habla del amor como abundancia: una mesa donde hay suficiente para todos.”
La frase, tomada de un análisis teológico, responde al argumento de que algunos grupos humanos merecen más compasión que otros, una idea que el nuevo Papa ha rechazado.
¿Qué representa León XIV para la Iglesia y el mundo político?
La elección de un Papa estadounidense ocurre en un momento político sensible, tanto dentro como fuera del Vaticano. El nuevo líder de la Iglesia católica enfrenta el desafío de mantener independencia moral y espiritual ante los liderazgos populistas y nacionalistas, sin dejar de dialogar con todos los actores globales.
Su historial sugiere una visión humanista, pastoral y abierta al diálogo, pero también una firmeza doctrinal cuando se trata de la dignidad humana y el respeto a los más vulnerables.



