El desarrollo busca ofrecer movilidad más segura, personalizada y precisa para personas con discapacidad neurodegenerativa.
Durante la tercera Convención Científica Internacional de la Universidad de Cienfuegos, en Cuba, los estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Cinthya Zúñiga Castillo y Víctor Anaya, dieron a conocer una silla de ruedas inteligente que responde a señales electromiográficas (EMG). Estas señales provienen de la actividad eléctrica generada cuando se contraen los músculos del antebrazo y permiten un control seguro, intuitivo y personalizado para cada usuario.
El proyecto forma parte de la tesis “Sistema de control de velocidad y posición para una silla de ruedas inteligente basada en señales EMG y lógica difusa”. Las señales EMG, combinadas con algoritmos de inteligencia artificial y técnicas de lógica difusa, permiten mejorar la precisión de la marcha, aumentar la seguridad en el desplazamiento y reducir errores frente a sistemas genéricos.
Personalización para mayor confianza y seguridad
Los estudiantes, pertenecientes a la carrera de Ingeniería en Automatización, explicaron que el sistema integra ajustes individuales basados en las características dinámicas y cinemáticas de cada persona. Con ello, la silla puede adaptarse a las necesidades específicas de movilidad, optimizando la distribución del peso y el rango de movimiento.
Bajo la asesoría del Dr. Juvenal Rodríguez Reséndiz, se realizaron mediciones a 40 pacientes —20 hombres y 20 mujeres— para analizar las señales electromiográficas y la cinemática corporal. Esta evaluación permitió obtener datos sobre postura, velocidad y aceleración, con el fin de desarrollar herramientas de control más precisas y adaptadas.
Intercambio científico y proyección internacional
Víctor Anaya destacó que su participación en Cuba les permitió dialogar con investigadores y académicos de distintas nacionalidades, ampliando su perspectiva no solo en temas de automatización y control, sino también en áreas como energías renovables. La experiencia, coincidieron ambos estudiantes, los motivó a continuar estudios de posgrado y a fortalecer colaboraciones internacionales.
Finalmente, agradecieron el respaldo de la UAQ, la Facultad de Ingeniería y la Sociedad de Alumnos, subrayando que los espacios de divulgación científica impulsan el aprovechamiento colectivo del conocimiento y fomentan nuevas oportunidades de cooperación global para el avance tecnológico.
