El Estadio Jalisco fue testigo de un partido de contrastes absolutos para el Querétaro Femenil, que pasó de una heroica reacción a una dolorosa goleada.
Lo que comenzó como un asedio del Atlas, se transformó brevemente en un sueño de remontada para terminar en una pesadilla.
Desde el silbatazo inicial, las Rojas de Atlas impusieron su ritmo. Con apenas siete minutos en el reloj, Renata Huerta abrió el marcador y, al 26′, Karen Flores parecía sepultar las esperanzas de las queretanas con el 2-0.
Parecía una tarde más de sufrimiento para las Gallos.
Pero la resiliencia es un rasgo de este equipo, y en un giro dramático, consiguieron equilibrar la balanza. Dos penales en menos de 15 minutos, uno por falta sobre la incisiva Sarahí Ceceña y el segundo en una acción similar, se convirtieron en el salvavidas que necesitaban.
Lía Morán primero y Daniela Carrandi después, ambas con nervios de acero, mandaron la pelota al fondo de la red para empatar el partido justo antes del descanso. La hazaña estaba en el aire.
Sin embargo, el segundo tiempo borró cualquier ilusión de triunfo. La balanza se rompió por completo. El Atlas salió a la cancha con una agresividad renovada, y la dupla ofensiva de Brenda Cerén y Sanjuana Muñoz se encargó de sentenciar el encuentro.
Sus dobletes fueron un golpe fulminante para la defensa queretana, que poco pudo hacer para detener la avalancha de goles. El marcador, abultado con un 6-2 final, refleja la distancia que aún existe entre ambos equipos.
El equipo se fue del Jalisco con la sensación de un partido perdido, pero con la tarea de levantarse y reenfocarse para su próximo compromiso en casa. La tormenta, como dijo el propio técnico, pasará, pero no sin dejar una lección.
