En un día histórico que resonará en los anales de México, más de 98 millones de ciudadanos se han levantado con una misión: elegir el futuro de su país. Este 2 de junio, las urnas abrieron sus puertas a las 8:00 AM, marcando el inicio del proceso electoral más amplio de la historia nacional, donde se disputan más de 20,000 cargos públicos, incluyendo la alta magistratura de la Presidencia del país.
Entre los contendientes por el máximo cargo, Claudia Sheinbaum representa la coalición “Sigamos haciendo historia” , Xóchitl Gálvez lidera el frente opositor en la coalición “Fuerza y Corazón por México” , y Jorge Álvarez Máynez es candidato de Movimiento Ciudadano. Antes de que los votantes acudieran a las urnas, estos candidatos presidenciales ya habían ejercido su derecho al voto, haciendo un llamado a la participación ciudadana mientras interactuaban con los medios de comunicación y los votantes.
Guadalupe Taddei, consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), ha informado sobre la rápida respuesta a los “incidentes menores” que se han registrado, garantizando que el proceso electoral avanza sin contratiempos significativos. El Sistema de Información del Desarrollo de la Jornada Electoral (SIJE) ha confirmado que el 98% de las más de 170,000 casillas electorales previstas para este día ya están instaladas en todo el territorio nacional.
Las urnas permanecerán abiertas hasta las 6:00 PM, momento en el cual los mexicanos comenzarán a descubrir quiénes serán los nuevos titulares de los ocho estados en disputa, la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y, sobre todo, la presidencia de la República. Este día marcará un antes y un después en la vida política del país, donde cada voto cuenta y puede cambiar el rumbo de México hacia un futuro prometedor o desafiante.
Este 2 de junio, más que un simple acto cívico, es una celebración de la democracia, un homenaje a la libertad de elección y una oportunidad para que cada voz sea escuchada. En medio de un ambiente de euforia y responsabilidad, los mexicanos se dirigen a las urnas con la convicción de que su voto puede hacer la diferencia.
