¡Parece que las políticas de Trump están haciendo temblar a más de uno! Resulta que el presidente de Estados Unidos decidió ponerle un toque “America First” al asunto, y su último movimiento, los aranceles recíprocos, ha puesto en alerta a naciones como Corea del Sur. El presidente interino surcoreano, Choi Sang-mok, no pudo evitar soltar su preocupación este martes, al señalar que la administración de Trump está apuntando con lupa a Corea del Sur y, claro, esto podría afectar a las empresas surcoreanas establecidas en otros países, como México.
En una reunión del Gabinete en Seúl, Choi no dudó en expresar que la jugada comercial de Trump obliga a Corea a buscar respuestas, y rápido. El gobierno surcoreano ya está afinando estrategias para proteger a sus industrias y se está preparando para hablar con Estados Unidos. ¡No es para menos! La movida podría poner en jaque a las empresas tecnológicas y a otros sectores clave como el de la construcción naval y la energía.
¿Las empresas surcoreanas están haciendo las maletas?
Pues sí, amigos, mientras en Seúl la cosa se pone tensa, las gigantes tecnológicas como Samsung y LG están considerando una mudanza (¡y no es broma!). Al parecer, las políticas de Trump están haciendo que los grandes nombres de la electrónica que están en México empiecen a pensar en reubicar sus fábricas a Estados Unidos. Y es que, según la Casa Blanca, el objetivo es que los empleos vuelvan a ser para los estadounidenses, y si eso implica mandar las fábricas de regreso a casa, pues que así sea.
¿De qué estamos hablando? Pues que Samsung, en particular, está considerando mover parte de su producción de secadoras desde Querétaro a Carolina del Sur. Y por otro lado, LG, que también tiene su sede en México, podría trasladar la fabricación de refrigeradores y televisores a Tennessee, donde ya tiene fábricas de lavadoras y secadoras. ¿Lo curioso? Esto se da en el marco de esa conocida política de “America First” que, como su nombre indica, tiene muy claro de qué lado está.
¿El impacto para México?
Las medidas de Trump están poniendo a las empresas de tecnología en una situación incómoda. La reubicación de la manufactura no solo podría afectar el empleo en México, sino también las cadenas de suministro y la relación comercial entre ambos países. Y si esto se llega a concretar, podríamos ver una reconfiguración en el mapa de producción de algunos de los productos más populares que usamos todos los días.
Así que, entre aranceles, estrategias comerciales y la constante batalla entre Trump y el resto del mundo, lo único que queda claro es que las reglas del juego están cambiando. ¿Será que los gigantes tecnológicos surcoreanos dejen México para ir a EEUU? Estaremos atentos a ver qué sucede.
