Más partidos, más dinero … ¿y menos emoción?

La UEFA Champions League ha decidido darle un giro al torneo más prestigioso de Europa, y las opiniones están que arden.
A partir de la temporada 2024/25, la Champions abandona la clásica fase de grupos para dar paso a una fase de liga única. Ahora, 36 equipos competirán en una tabla general, enfrentándose cada uno en ocho partidos contra diferentes rivales: cuatro en casa y cuatro fuera. Este cambio busca ofrecer más enfrentamientos entre los grandes de Europa y, por supuesto, más espectáculo para los aficionados.
Sin embargo, los aficionados han expresado su descontento, especialmente por la saturación del calendario y el riesgo de que los partidos pierdan intensidad. Más encuentros podrían traducirse en más ingresos, pero también en jugadores agotados y encuentros menos competitivos. Algunos incluso añoran la polémica Superliga Europea, argumentando que podría ofrecer duelos de mayor calidad constante.
Además, las goleadas escandalosas se han vuelto más frecuentes en las primeras jornadas del nuevo formato. Resultados como el 9-2 del Bayern de Múnich sobre el Dinamo Zagreb han generado críticas sobre la desigualdad entre equipos y la falta de emoción en ciertos partidos. Los clubes poderosos parecen aprovechar para inflar sus estadísticas, mientras que los más modestos sufren las consecuencias.
El nuevo formato de la Champions League ha llegado con la promesa de más espectáculo, pero también ha encendido debates sobre la verdadera esencia del fútbol europeo. ¿Será este el camino correcto o estamos ante un experimento que podría salir caro?




