IMSS Bienestar el nuevo programa del gobierno federal que busca sustituir el extinto seguro popular y en el cual se dará atención médica a personas que no cuenten con el seguro social. Además de la atención médica, los ciudadanos también pueden recibir medicamentos e insumos médicos.
El IMSS bienestar opera en 23 estados del país, los estados no incluidos son: Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León y Querétaro, estados gobernados por la oposición, de los cuales 4 son gobernados por el PAN y 2 gobernados por Movimiento Ciudadano. Sin duda esto es muestra clara de las disputas políticas del gobierno federal y los gobiernos estatales gobernados por otros partidos. Los otros 6 estados restantes están en el proceso de firma de convenios.
Según datos del Gobierno Federal publicados en julio de 2024, el IMSS Bienestar cuenta con 576 hospitales transferidos, 10 mil establecimientos de salud y más de 53 mil profesionales de la salud.
Así funciona el nuevo modelo de salud federal
Primeramente para acceder a este servicio necesitas tu INE, tu CURP y tu acta de nacimiento. Después de que tengas estos papeles los siguientes pasos son más sencillos: Para recibir atención médica, el primer paso es acudir al centro de salud IMSS–Bienestar más cercano al domicilio. Allí, el personal médico realiza una valoración inicial del estado de salud del paciente. Si el diagnóstico lo requiere, se emite una referencia a un hospital considerado de segundo nivel donde se brindan servicios especializados.
En caso de que el padecimiento sea de mayor complejidad, el paciente será canalizado a una unidad de tercer nivel de atención, donde médicas y médicos especialistas darán seguimiento clínico a su condición.
El lado B del IMSS-Bienestar: ¿un sistema en construcción o en crisis?
Como todo en la vida y más si hablamos de política, nada es totalmente bueno ni malo, hay siempre dos caras de las monedas y esta iniciativa no es la excepción. Dentro de los señalamientos hacia esta iniciativa es que muchos hospitales son llamados “elefantes blancos” por la falta de insumos. Aunque existen muchos hospitales con infraestructura nueva o remodelada, la capacidad operativa de estos no está funcionando y muchos operando a menos de su 30%.
Otra de las sombras de este proyecto es el caso de los contratos opacos de Sinaloa. Si bien la empresa que se ganó la licitación es Oxidrógeno, S.A. de C.V., por más de 1,500 millones de pesos, existe un subcontrato Casanova Vallejo, una firma previamente sancionada por la Secretaría de la Función Pública y vinculada a casos de corrupción en otros estados.
Los dos lados de la moneda
Si bien las intenciones del programa son buenas y busca el beneficio de la comunidad, siempre hay cuestionamientos en camino. Esta no ha sido la primera vez que alguna institución médica de México tiene este tipo de problemas de corrupción y demás. El antiguo Seguro Social dejó lecciones amargas sobre opacidad y simulación institucional, es por ello que será reemplazado por el IMSS Bienestar, que no ha empezado con el pie derecho. Esperemos que por el bien de la sociedad mexicana, este programa supere las dificultades, deje de lado todas sus sombras y trabaje con eficiencia para la salud de los mexicanos.
