Reporteros abandonan el Pentágono tras rechazar límites a libertad de expresión

Reporteros abandonan el Pentágono tras rechazar límites a libertad de expresión, luego de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, impusiera nuevas reglas para el trabajo de la prensa que cubre asuntos militares. Los periodistas consideraron que las medidas restringen la libertad informativa y decidieron entregar sus credenciales antes que aceptar las condiciones.
Nuevas reglas desatan inconformidad
El Departamento de Defensa exigió que los comunicadores no publiquen información —clasificada o no— sin aprobación directa de la oficina del secretario. Quien incumpliera, perdería su acreditación de acceso al edificio.
La medida fue calificada por el propio Hegseth como una acción de “sentido común”, argumentando que busca ordenar la cobertura y evitar filtraciones. Sin embargo, medios nacionales e internacionales la rechazaron por considerar que atenta contra el derecho a informar.
Reacción inmediata de los medios
Ante la entrada en vigor de las nuevas disposiciones, decenas de reporteros abandonan el Pentágono tras rechazar límites a libertad de expresión, reafirmando su negativa a firmar el acuerdo.
Medios como Reuters, CNN, The New York Times, NBC y The Washington Post criticaron las restricciones. Señalaron que estas normas convierten el acceso en una concesión discrecional y limitan la transparencia gubernamental.
Defensa del Pentágono y preocupación por la transparencia
El Pentágono sostuvo que las reglas buscan proteger información sensible y mantener el orden en la sede militar. Aseguró que no representan censura, sino una política preventiva.
Sin embargo, la Asociación de Prensa del Pentágono advirtió que el nuevo protocolo representa un riesgo para la libertad de prensa y la rendición de cuentas del poder militar. Organizaciones internacionales de periodistas también expresaron su preocupación.
La salida masiva de reporteros marca un distanciamiento físico y simbólico entre el ejército estadounidense y la prensa que lo cubre. Aunque perdieron el acceso interno, los medios afirmaron que seguirán informando desde el exterior con independencia editorial.
El episodio ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y libertad de expresión, en un momento de alta tensión política en Estados Unidos.




