México busca frenar impuesto al jitomate en EE.UU.

¿Imaginas pagar más por tu salsa, tu ensalada o el guacamole gringo? Pues prepárate, porque EE.UU. quiere aplicar una cuota compensatoria del 20.91% al jitomate mexicano, y eso podría hacer llorar a más de uno… y no por la cebolla.
La presidenta Claudia Sheinbaum dijo este miércoles que México no se va a quedar de brazos cruzados y que tienen 90 días para llegar a un acuerdo y evitar que el tomate se vuelva artículo de lujo al norte del río Bravo.
Y, como buena vecina, le soltó un buen reclamo al Tío Sam:
“¡Ni siquiera nos avisaron oficialmente! Nomás le escribieron a los abogados de los productores… ¿y la cortesía, apá?”

EE.UU. come jitomate mexicano… ¡y lo sabe!
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, también metió su cuchara con datos que pican:
“Seis de cada diez jitomates que comen en EE.UU. son nuestros”.
“Y el 90% del jitomate que se vende allá viene de México”.
O sea, sin jitomate mexicano no hay ketchup, ni ensalada caprese, ni Bloody Mary pa’ la cruda. Así de simple.
Vieja pelea, mismo drama
Este conflicto no es nuevo. Data de 1996, cuando productores de Florida acusaron a México de hacer dumping (vender más barato para destruir a la competencia, según ellos).
Desde entonces, se han firmado cinco acuerdos de suspensión con EE.UU. (el último en 2019), que básicamente dicen: “tranquis, no pongas cuotas y todos felices”. Pero cada tanto, el drama revive como telenovela de las 9.
Y sí, siempre con amenaza de “ahora sí va en serio”, pero nunca han aplicado la cuota… aún.
México: “nosotros somos decentes, ¿eh?”
Berdegué dejó claro que estos acuerdos son entre productores, no entre gobiernos, y de paso recordó que México también ha tenido razones para enojarse (pollo y pierna de cerdo gringos, por ejemplo), pero ha preferido el diálogo a la venganza comercial.
“Ya lo intentaron en 2019, y salimos con un nuevo acuerdo. Podemos hacerlo otra vez.”
Así que el plan es claro: negociar, explicar que no hay trampa en el precio del jitomate, y evitar que tanto productores como consumidores salgan perdiendo.



