El municipio de Cadereyta de Montes enfrenta una crisis laboral tras el estallido de huelga del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio, quienes exigen el cumplimiento de acuerdos previos, pagos pendientes y mejores condiciones laborales.
Desde hace 12 días, los trabajadores han suspendido sus actividades, lo que ha provocado la paralización de servicios públicos esenciales como la recolección de basura, el mantenimiento de calles y parques, y la atención en oficinas municipales. La situación ha generado inconformidad entre los habitantes, quienes enfrentan las consecuencias directas del paro.
Pese a la presión social y sindical, la alcaldesa Astrid Ortega, en lugar de buscar soluciones, ha endurecido su postura y se ha negado a dialogar con los manifestantes. Su negativa ha escalado el conflicto, al punto de que Morena, su propio partido, ha tenido que intervenir y pedirle públicamente que establezca una mesa de negociación.
El sindicato ha advertido que la huelga continuará hasta que sus demandas sean atendidas, manteniendo en vilo a la comunidad de Cadereyta.
La incertidumbre sigue creciendo y los habitantes del municipio esperan una pronta solución, pues la falta de servicios comienza a afectar la vida cotidiana de la población.
