Hoy es el día más corto del año: el Sol se nos va temprano porque llega el solsticio de invierno

Este 21 de diciembre no solo arranca el invierno: también vivimos el día con menos horas de luz del año. Te contamos por qué el Sol parece desaparecer antes y qué tiene que ver la Tierra con todo esto.
Si hoy sientes que el día se va más rápido que tu quincena, no es tu imaginación. Este 21 de diciembre ocurre el famoso solsticio de invierno, un evento astronómico que marca oficialmente la llegada del invierno y, de paso, nos regala la noche más larga del año.
Solsticio de Invierno: el inicio oficial del frío
El solsticio de invierno ocurre cada año alrededor del 21 de diciembre y señala el comienzo de la estación más fría en el hemisferio norte. En México, este fenómeno sucede cuando el Sol alcanza su punto más bajo en el cielo al mediodía.
La UNAM explica que la palabra solsticio significa “Sol quieto”, porque durante estos días el movimiento aparente del Sol casi no cambia. En pocas palabras: el astro rey se queda bajito, tímido y con ganas de hibernar.
¿Por qué hoy es el día más corto del año?
La razón es pura física espacial. La Tierra está inclinada 23.5 grados respecto al Sol, y durante el solsticio de invierno el hemisferio norte recibe la menor cantidad de luz solar del año.
¿El resultado?
- El Sol alcanza su altura mínima al mediodía
- Los rayos solares llegan con un ángulo menor
- El día dura menos y la noche se alarga sin pedir permiso
Por eso, este 21 de diciembre se convierte oficialmente en el día más corto del año en México y en todo el hemisferio norte.
Buena noticia: la luz regresa poco a poco
Aunque el invierno apenas comienza y las temperaturas seguirán bajando, hay un pequeño consuelo: a partir de ahora, los días empezarán a ganar minutos de luz de forma gradual.
No será inmediato ni milagroso, pero el Sol irá regresando poco a poco hasta llegar al equinoccio de primavera, el 20 de marzo de 2026, cuando el día y la noche vuelvan a durar lo mismo.
Mientras tanto, disfruta el pretexto perfecto para quedarte en casa, sacar la cobija de tigre y culpar al solsticio de no querer ir a trabajar mañana.




