Día del Hombre 2025: reflexiones necesarias sobre salud, igualdad y paternidades

El Día del Hombre 2025 invita a reflexionar sobre los retos sociales, de salud y de igualdad que enfrentan los hombres en México y en el mundo, en un contexto donde las conversaciones sobre derechos, masculinidades y bienestar comienzan a ganar espacio público, pero aún con resistencias.
Un día que exige conversación, no celebración vacía
Aunque el Día del Hombre 2025 se conmemora cada 19 de noviembre, su propósito sigue siendo ampliamente desconocido. No se trata de “competir” con el Día de la Mujer ni de restar importancia a las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres. Se trata, más bien, de visibilizar problemáticas específicas que también requieren atención pública: salud mental, mortalidad por enfermedades prevenibles, violencia entre pares, masculinidades tradicionales y la ausencia de políticas que atiendan cómo los hombres viven, aprenden y ejercen sus roles sociales.
Especialistas han señalado que, mientras la agenda de igualdad avanza, la conversación sobre los desafíos que enfrentan los hombres no ha sido integrada de manera efectiva en los programas de gobierno. Esta falta de enfoque deriva en vacíos que afectan a la sociedad en general, desde dinámicas familiares hasta índices de violencia.
Salud mental: un pendiente que sigue costando vidas
El Día del Hombre 2025 vuelve a poner sobre la mesa un dato alarmante: los hombres siguen registrando mayores tasas de suicidio que las mujeres y menor disposición a buscar ayuda profesional. En México, la brecha cultural que considera la vulnerabilidad como una “debilidad” todavía inhibe la atención temprana.
Las organizaciones de salud insisten en que la construcción de políticas públicas implica incluir estrategias específicas dirigidas a hombres jóvenes y adultos, quienes suelen postergar consultas médicas y no cuentan con suficientes espacios seguros para expresar emociones sin juicio social. La falta de campañas sostenidas y accesibles mantiene esta problemática prácticamente intacta.
Salud física: enfermedades prevenibles y baja cultura de autocuidado
Este día también evidencia que los hombres tienen menor acceso y menor hábito de prevención médica. Enfermedades como cáncer de próstata, cáncer testicular, hipertensión y padecimientos cardiovasculares continúan detectándose tarde. Aunque instituciones de salud realizan campañas en noviembre, expertos coinciden en que el impacto se diluye por la falta de educación continua y el estigma que rodea los chequeos preventivos.
El Día del Hombre 2025 impulsa a repensar cómo se comunica la salud masculina y por qué la narrativa dominante sigue asociada a aguantar, ocultar síntomas o minimizar molestias.
Paternidades presentes: una transformación en curso
Uno de los ejes más relevantes del Día del Hombre en los últimos años es la discusión sobre paternidades activas. Las nuevas generaciones exigen modelos distintos, más cercanos y emocionalmente disponibles. Sin embargo, los avances en leyes laborales, licencias de paternidad ampliadas y acompañamiento institucional aún son limitados.
La conmemoración de este 2025 sirve para recordar que promover paternidades responsables no sólo beneficia a niñas y niños, sino que también reduce cargas de cuidado para las mujeres y fortalece vínculos familiares.
Violencia entre hombres: un fenómeno poco estudiado
La conversación también abarca la violencia que los hombres ejercen entre sí: riñas, agresiones, accidentes viales relacionados con conductas de riesgo y presiones sociales asociadas a demostrar “fortaleza”. Este tipo de violencia, aunque ocurre fuera del marco de violencia de género hacia las mujeres, también merece análisis, prevención y datos actualizados.
Ignorarla limita la comprensión integral de cómo se construyen las identidades masculinas en contextos de alta presión social.
Un debate que se abre paso lentamente
El Día del Hombre 2025 no busca desviar la atención de los avances urgentes en materia de igualdad de género. Su importancia radica en reconocer que los problemas que afectan a los hombres también impactan a la sociedad completa. Dejar fuera estos temas sólo retrasa soluciones y mantiene patrones perjudiciales para todas las partes.
Mientras algunos sectores aún descalifican la fecha o la usan para confrontar agendas, especialistas coinciden en que el camino no es la pugna, sino la construcción de políticas públicas que aborden las necesidades de forma integral y sin confrontar luchas sociales.

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