Crisis en Nepal: funcionarios huyen tras protestas masivas y renuncia del primer ministro

En medio de un estallido social sin precedentes, funcionarios huyeron tras protestas masivas en Nepal, obligados a escapar entre persecuciones y ataques a sus residencias.
La violencia culminó con la dimisión del primer ministro K.P. Sharma Oli y la desestabilización total del gobierno.
Nepal vive uno de los episodios más críticos de su historia reciente. Miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, tomaron las calles para protestar contra la censura digital, la corrupción y la desigualdad.
Lo que comenzó como una movilización social derivó en disturbios que obligaron a la renuncia del jefe de gobierno y a que numerosos funcionarios huyeran tras protestas masivas en Nepal.
Funcionarios obligados a escapar
Las escenas de huida mostraron el colapso de la autoridad:
Un ministro fue sorprendido en su residencia y huyó en ropa interior, lanzándose a un río para escapar de la multitud.
Otros altos cargos salieron de Katmandú en convoyes militares, mientras eran hostigados por manifestantes.
Hubo quienes buscaron refugio en hoteles de lujo y bases del ejército, mientras sus casas eran incendiadas.
Escalada de la violencia
Los disturbios incluyeron:
Incendios en edificios oficiales y en la residencia del primer ministro.
Ataques al parlamento y a inmuebles vinculados a las élites políticas.
Bloqueos en calles principales y enfrentamientos con fuerzas de seguridad.
Consecuencias políticas
Ante la imposibilidad de contener la crisis, el primer ministro K.P. Sharma Oli presentó su renuncia. Ministros y legisladores siguieron el mismo camino, mientras el ejército asumió un rol central en las negociaciones para un gobierno interino.
Impacto social
Las protestas dejaron al menos 19 muertos y más de 100 heridos, además de decenas de edificios dañados. La huida de funcionarios se convirtió en el símbolo de un sistema político desbordado por la presión ciudadana.




