Tensión comercial: México no descarta represalias arancelarias

No es la primera vez que EE.UU. juega rudo con los aranceles… y México ya lo sabe. Esta semana, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro que aunque el gobierno quiere mantener el diálogo abierto con Washington, no descarta tomar medidas si la cosa se complica.
“Queremos evitar los aranceles recíprocos, pero no los descartamos”, dijo Sheinbaum.
¿Qué está pasando?
El presidente Donald Trump reactivó su política de aranceles globales, y aunque el T-MEC sigue funcionando como escudo parcial, México no salió ileso.
Las tarifas actuales afectan directamente a sectores clave como:
- Acero y aluminio, esenciales para la industria pesada.
- Parte del sector automotriz, que representa un pedazo importante del PIB nacional.
Y sí, aunque el tratado comercial protege más del 50% de lo que México exporta, la presión ya se empieza a notar.

El caso Stellantis
Una de las primeras señales llegó desde Stellantis (sí, la empresa detrás de Dodge y Ram), que anunció la pausa de producción en algunas de sus plantas en México y Canadá.
Sheinbaum aseguró que, por ahora, no habrá despidos, pero las alertas en el sector están encendidas.
¿Y el T-MEC?
Gracias al T-MEC, muchas exportaciones mexicanas siguen entrando sin pagar tarifas extras. Pero ante las nuevas políticas de Trump, las empresas están migrando rápido a este esquema para protegerse.
¿Y México qué va a hacer?
El gobierno federal está siendo cauto. No quiere escalar el conflicto comercial, pero tampoco está dispuesto a dejar que golpeen a la industria nacional sin responder. La posición es clara: si no hay acuerdo, habrá consecuencias. Aranceles incluidos.



